Mirá. Fijate. Ves? El cielo está azul, de ese azul invernal que duele de tanto brillo.
Pero no, vos seguís empeñado en inventarle nubes. Y si no existen, si todavía no aparecen, te las rebuscás para verlas a futuro, con esa bola de cristal made in china que te compraste en el Once.
Le buscás la quinta pata al gato y el pelo al huevo
Y aunque la limosna no sea grande, igual, por las dudas, vos desconfiás.
Y ahí, en tu futurología, las viste. Y las enunciás como profecía apocalíptica, con extremismo fundamentalista de talibán radical:
¿Ves las chimeneas? -decís- El humo. El humito ese taaaaan inofensivo que en cualquier momento sale por las chimeneas.. Ese. Ese es el que va a formar las nubes...
Y yo, trato de soplar y espantar a manotazos, a pestañazos, tus nubes imaginarias, y volver a ese cielo azul invierno, que duele de tanto brillo y promete un día despejado.
Un día. Aunque sea uno, pero despejado.
Pero no, vos seguís empeñado en inventarle nubes. Y si no existen, si todavía no aparecen, te las rebuscás para verlas a futuro, con esa bola de cristal made in china que te compraste en el Once.
Le buscás la quinta pata al gato y el pelo al huevo
Y aunque la limosna no sea grande, igual, por las dudas, vos desconfiás.
Y ahí, en tu futurología, las viste. Y las enunciás como profecía apocalíptica, con extremismo fundamentalista de talibán radical:
¿Ves las chimeneas? -decís- El humo. El humito ese taaaaan inofensivo que en cualquier momento sale por las chimeneas.. Ese. Ese es el que va a formar las nubes...
Y yo, trato de soplar y espantar a manotazos, a pestañazos, tus nubes imaginarias, y volver a ese cielo azul invierno, que duele de tanto brillo y promete un día despejado.
Un día. Aunque sea uno, pero despejado.
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