Aprendí que en esta vida hay que llorar si otros lloran
y, si la murga se ríe, hay que saberse reír;
no pensar ni equivocado... ¡Para qué, si igual se vive!
¡Y además corrés el riesgo de que te bauticen gil!

» Recuerdos

Meto la mano en el bolsillo y se me quedan los granitos de arena entre las uñas. Y la sensación me hace sonreír. Porque me hace recordar.
Eso duran las cosas. Un verano.
Y lleno entonces los bolsillos de miles de veranos, de miles de recuerdos de verano. De granitos de arena para recordar
Recordar re-cordis... volver a pasar por el corazón, me apunta el enano enciclopédico que guardo en el cajón de las explicaciones. Y me aclara que no me haga ilusiones, porque para los que inventaron la palabra, el corazón era la mente, no esa cosa emotiva que se pone a latir de más.
Igual, yo sé que el recuerdo no pasa por la mente ni por el corazón, pasa por ese bolsillo con arena
Con granitos de recuerdo que yo puedo tocar
Tocar el recuerdo
Y hacerlo durar
Qué se vaya el verano, entonces, que yo lo hago durar.
Que me apaguen el sol y me cierren bien la playa.
Yo me voy de este verano
Pero me lo llevo en el bolsillo, para que dure un ratito más.