Aprendí que en esta vida hay que llorar si otros lloran
y, si la murga se ríe, hay que saberse reír;
no pensar ni equivocado... ¡Para qué, si igual se vive!
¡Y además corrés el riesgo de que te bauticen gil!

» Animal de costumbre

Se equivocaron. Los patos se equivocaron. Pensaron que había laguna, pero no había. Pensaron que quizás llegaría el agua, que llovería como en el bíblico diluvio universal y brotaría el lago. Pero no llovió.

Y se fueron acostumbrando.

Se acostumbraron a nadar sobre la tierra, a flotar en la dureza del terreno, a mecerse sin olas, sólo con el viento, que arrastra polvo y ensucia las plumas.

Y se fueron quedando, adormecidos de rutina y tedio.

Y quizás un día empiece a llover. Y se inunde de agua todo el terreno. Y las plumas se mojen y las alas se hundan. Y floten a la deriva, llevados por la corriente.

O no... O puede ser que cuando llegue el agua, estén tan, pero tan acostumbrados a la sequía, que terminen ahogados.

El hombre. El hombre se equivoca. Y espera el cambio...

Pero se acostumbra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario